Los bosques han de ser gestionados de forma sostenible, integrando aspectos ambientales con las actividades económicas, sociales y culturales con el fin de conservar el medio natural, al mismo tiempo que se genera empleo y se contribuye a la mejora de la calidad de vida de la población rural.
Concretamente, las políticas forestales europeas se dirigen a iniciativas que se destinan a promover la Gestión Forestal Sostenible (GFS) y multifuncional a fin de garantizar la persistencia de los bosques. Por tanto, existen diferentes instrumentos de gestión, como los Proyectos de Ordenación (PO), que permiten a los propietarios programar y planificar de forma adecuada los trabajos en sus montes. De este modo, pueden obtener una rentabilidad de los mismos, al mismo tiempo que garantizan la regeneración y se cumple con la EFE que integra los criterios de GFS establecidos en la Conferencia Ministerial para la Protección de Bosques en Europa (Helsinki, 1993) – Forest Europe (Proceso político paneuropeo para asegurar la gestión sostenible de los bosques del continente).
Específicamente, Forest Europe ha desarrollado 6 criterios para la GFS que buscan asegurar las funciones ecológicas, económicas y socio-culturales de los bosques:
Por tanto, la GFS es esencial para la atenuación del cambio climático tanto a nivel Europeo como global (Forest Europe, 2011), mediante el aprovechamiento sostenible de los bosques. Los ITGF incluirán estos criterios de mantenimiento y mejora, siendo la forma más sencilla de garantizar la sostenibilidad.